martes, 25 de febrero de 2014

Mal sueño

En la vista lleva escondidos los verdaderos motivos de su batalla. 
Su venganza en contra de ellos. 
Esos que hicieron sufrir a su amada. 
Esos que le dieron muerte por ser un "monstruo" de acuerdo a sus ideas. 
Entre ellos camina ella, como un fantasma acariciando su pelaje y tentando a los mortales. 

Él la lleva montada en su espalda, escuchando sus suspiros y sus andanzas. 
La deja admirar la belleza de los juegos antes de destrozar la carne que lo desespera. 
La deja jugar con ellos hasta tenerlos rendidos a sus colmillos. 
Ella tararea una canción que los tranquiliza mientras los dientes afilados devoran. 

Perdidos en el bosque eternamente, los amantes fantasma desaparecen. 
Sus gruñidos son oídos por pocos que se adentran pensando que nada es lo que aparenta. 
Hasta que descubren el dolor de la sangre derramándose de su cuerpo. 

Despiertan sudando... "Esto es solo un sueño, un mal sueño".

lunes, 24 de febrero de 2014

Autor

Miré que yo las palabras las digo con cuidado, pero leerlo a usted es como anticipar el cosquilleo de los juegos mecánicos, de feria, de esos que no son fastuosos, ni famosos. Simplemente causan la emoción de la niña que sale de las fronteras del columpio. Me he prendado de sus escritos, de cada uno que he leído. De distinta manera, de distinta emoción y sin embargo de lo mismo que todos queremos... Sentir. No me atrevo a sentarme sin nada que hacer a devorar sus letras. Me da miedo que se acaben y estar con la sosobra de cuando publicará algo y apremiarlo para hacerlo. Porque usted es distinto. Escribe en todos los tonos y a pesar de eso lo reconozco. Me gusta que no habla del amor con dulzura y música de fondo. Habla de él como en la vida, pleno en su momento y doloroso cuando termina. Habla del recuerdo como lo entiendo, como algo bonito sin tener que ser angustiante. Habla de la vida como la tengo, viviéndola cada momento. Hasta la muerte, la leo en usted como yo la veo, natural y maravillosa.

Perdone mi atrevimiento de escribirle esto, pero hace mucho no me apasionaba tanto por lo que escribe un autor desconocido (?). Generalmente, soy desdeñosa con lo que leo. Lo saboreo sí, pero no me trago muchas cosas. Tengo pocos favoritos y usted rápidamente se ha convertido en uno de ellos. Amo los libros y los autores de moda, los best-sellers y la novelas rosas, los clásicos trágicos y las comedias nuevas, me atrae el taboo y lo investigo, me pesa la filosofía pero trato de lidiar con ella cuando se presenta. Pero insisto usted escribe y a mi, ay, como me gusta leerlo.





domingo, 23 de febrero de 2014

Leer

Es domingo y yo quisiera leerlo todo el día. Leerlo despacio y con sonrisas, lagrimas o melancolía, lo que provoque usted. Leerlo con las manos pasando las páginas de sus experiencias. Y como últimamente me gusta usar cliches rosas, leerle la piel, recorriendo cada una de sus historias. Mostrándole lo bien que saben mis dedos interpretar las contracciones de sus músculos, o el acumulo de sangre o el erizado de sus vellos. Leer sus miradas que me indican en que momento se acerca a darme un beso. Leer sus manos que toman mi cara para provocar un beso más posesivo. Leer sus caricias que comienzan resbalando por mi espalda y terminan inquietando mi sangre. Usted levanta la niebla de dulzura de mi sangre, sacando a flote su frescura en la piel. Me habla al oído y disfruta de los sonidos emitidos. Y usted mismo que no ha leído ni una mínima parte de lo que esta mujer puede ofrecer, sabe perfectamente leer la superficie de su cuerpo.
¿Se imagina lo que podrá leer si lo dejo girar las páginas del libro de mi vida? 
Escribir es un regalo, pero esto que escribo es solo mi piel.

viernes, 21 de febrero de 2014

Dulce

De todos los cliches el mejor es Paris en verano, Paris con luna llena, Paris paseando por el Sena..
Para ella Paris con sangre en las manos.

Esos cliches baratos y ella odiando la vida una vez más. Porque sí. Porque se puede odiar sin razón, porque la oscuridad te puede apretar el corazón sin ninguna razón en particular. SIMPLEMENTE PORQUE SÍ. Porque hay personas que desde que nacen su vida es un infierno. Un orfanato, el maltrato, el abuso, la mala vida, y sin embargo ella era una flor llena de belleza. Que a la primera oportunidad devoraba a los que se cruzaban en su camino. Idealista pero sádica. Defendía a las almas inocentes proyectándose en ellos, recordando los sueños de una heroína que la rescatara de su miseria. Ahora ella era la heroína. Estúpida idealista. Inocente soñadora. Seguía creyendo en los cuentos de hadas, aunque el terror se le presentara siempre. Inquebrantable alma...

- No te asustes, no te voy a hacer nada.

La niña voltea y la mira, fría.

- A la que le va a pasar algo si no te vas pronto, es a ti.

Ella retrocede unos milímetros, observa algo dentro de esa niña, algo más fuerte y desconocido. De la nada una sombra, un animal, un gruñido y solo cierra los ojos al ser regada con sangre brotando a presión del cuello partido de la niña en cuestión. Cuando abre los ojos, solo la neblina de la noche, la sangre por todas partes como pintura de arte sin sentido. El sabor que cae en sus labios, en su lengua y se sorprende saboreando el sabor dulce de ella. Sangre en su boca, sangre en sus manos.

¿Una delicia? N'est pas? Cherrie, podrías probar más...

Se acercó la bestia, hocico ensangrentado, sonriendo con esa hilera de dientes, la lengua roja saliendo de entre ellos. Ojos amarillo tóxico, pelaje negro tupido. Perfecta especie de monstruo paseándose alrededor, lamiendo la sangre que caía de sus manos, de su cara, de su boca. 

Eres tan dulce que seguiría lamiendo hasta llevarme tu piel entre los dientes.

La niña murió tan fácil y rápido. Sin dolor, no más dolor.

Ofrece tu cuello hermosa, voy a amarte con la fuerza de una pesadilla. Con la belleza de lo inconcebible. Con la locura de lo desconocido.

Amor, que palabra tan hermosa. Tan desconocida para ella, con tantas ganas de sentirla. La soñadora seguía latiendo. Cerró los ojos e inclinó la cabeza dejando al descubierto un cuello delgado y suave, arterías palpitando, olor dulce que desesperaba. Sintió sus manos, unos labios, la boca aprisionando un lóbulo de la oreja.

Así hermosa, deja te amen, deja que te devuelva a la especie sangrienta que perteneces.

La amó, con gruñidos, rasgaduras, gemidos sordos, besos asfixiantes, orgasmos iracundos. Con sadismo, lujuria. Rompió su ropa y lamió cada rincón de ella. La llevo a éxtasis desconocidos. Dejó sus pezones lastimados, heridos, punzantes. Su vagina palpitante, adolorida. Hundida en esos ojos tóxicos. De pronto cerró los ojos y al abrirlos la bestia gruñía junto a su cuello. Mostraba todos los dientes, filosos, enormes y se hundieron en su hombro, un colmillo llegó al corazón. Frío cuchillo que quemaba. Veneno recorriendo su cuerpo. Hervía, ardía y no pudo más. El dolor salió a gritos hasta perder el sentido.


- ¿Un café cherrie?
- Por favor.
- ¿Lo endulzamos?
- El café me gusta negro, pero el dulce lo prefiero rojo, solo.
- Los dulces se ofrecen solos.
- ¿Vamos por uno?





No es que seas mío, es que te rindes a mis pies.
No es que te maltrate, es que te gusta sentir mi poder.
No es masoquismo, es que tu piel blanca le sienta el rojo bien.
No es sadismo, si a ti no te gusta.
No soy fiera, si tu no eres presa.
No soy si tú no estás.

No es impotencia, son las cuerdas.
No es dolor, es amor en demasía.
No es solo amor, es devoción.
No es silencio, es castigo.
No eres débil, eres una fortaleza.
No eres si no estoy yo.

Señores, Señoras 
Damas, Caballeros
Amos, Amas 
Sumisos, Sumisas...
Todos poetas malditos.
Todos incomprendidos.

martes, 18 de febrero de 2014

Fuego o Estrella

“@CifuentesLucic: 

Me pregunto si el amor sucede
cuando escribes.

Me pregunto si tus palabras
son de fuego
o del material
de las estrellas.

@SaudadeEnLuna.”

El amor me sucede y lo escribo. El amor me pasa cuando pienso en los que amo. Porque el amor no es exclusivo y no debería exigirse eso mismo. El amor es distinto para cada uno. El amor lo prodigo hasta en la amistades que atesoró. El amor evoluciona y debe ser desinteresado y en desapego. Pero no el desapego que genera indiferencia, el desapego donde no duele la ausencia. 
Las palabras estan hechas del material de las estrellas. Las estrellas estrictamente son soles, una fusión nuclear con el calor de generar vida o destruirla. Una fuerza poderosa que depende de la distancia a la que te encuentras de ella, te asesina despiadada o te acaricia provando sonrisas. 

domingo, 16 de febrero de 2014

Idealista

Dientes marcados sin pena y sin agravios.
Dientes marcados entre suspiros y gemidos.
Dientes marcados con sonrisas y miradas.

Duras uñas encarnadas en la dulce piel que albergó locura.
Huellas salvajes marcadas en aprietes sádicos.
Morados bajo la oculta premisa del dolor por placer.

Confesiones en confianza de domingo de misa.
Amores expuestos con dolorosos tormentos.
Explicaciones cargadas de posibilidades.

Y solo una frase da la confianza que pocas veces se otorga.

Soy idealista y no dejo de intentarlo.



viernes, 14 de febrero de 2014

Mi amar


Siempre es ayer, hoy y mañana contigo. Eres sumamente importante para mi. Es un lugar tuyo el que te inmuniza de cualquier reacción en la que no prevalezca el amor, el cariño, el aprecio y la admiración que tengo por ti.

Para mi el amor huele a tierra mojada, a domingo en la mañana, a jugo de naranja recién hecho. 
Para mi el amor no es estar eternamente enamorada, es despertar sintiendo una sonrisa en la cara.
Para mi el amor no son rosas, ni cenas, son libros y silencios con aroma de café. 
Para mi el amor ni siquiera es exclusivo de uno sola persona.
Para mi amar es empezar mirándose al espejo y decir con una risa "mierda, cada vez estoy más vieja".

Amar es entregarse en pedazos y aún así estar entera.
Amar para mi es mirar mis ojos heredados a un niño de 6 años.
Amar es pensar que moriré satisfecha con todo lo que he hecho.
Amar es aceptar las cosas que no podemos cambiar.
Amar desde una flor hasta la persona con la que amaneces cada día.
Amar es darse cuenta de lo que te hace daño.

Porque amar no significa sufrimiento, por más que la iglesia lo diga.

lunes, 10 de febrero de 2014

Pesadilla

http://saudadeenluna.blogspot.com/2014/02/adiccion.html


Adicto a esos sueños que pronto se transfomaron en pesadillas. Disfrutaba la adrenalina de su sangre al despertar, el sudor y la sensación de correr huyendo, pero deseando ser atrapado. Escuchaba los gruñidos, las pisadas, los aullidos. Su esposa en un inicio se preocupaba, finalmente terminó obviando la situación. Como todo...

Despertaba justo a las 3 y no dormía más. Café y los recuerdos del sueño (pesadilla). Trataba de unir los pedazos. Una mujer. Una mirada desde un bosque. Aullidos. El corriendo desnudo. Dientes cerca de su cuello. El olor de sangre. El placer aunado a ese terrible dolor. Porque esa dolorosa erección no se podía negar cada que tenía ese sueño. Entonces escucho un susurro... Afuera... Se asomó y una sombra a lo lejos se escurría entre los árboles. Unos ojos amarillos y brillantes refulgieron en la oscuridad, luego otros y otros y otros. De pronto un aullido que convocó a una sinfonía a la Luna. Ahí estaba, ella, su sueño, su fantasía, con la mirada clavada en él. Plena, desnuda, salvaje. Salió de la casa... Desnudo... Y sin pensarlo se dirigió a donde ella había estado. Risas, rizos flotando en el aire, una mano rasgando un árbol. Hasta que se perdió. En el bosque, frío, oscuro y perdido; seguía su obsesión por saber que era ese sueño que se presentaba tan real, tan nítido. La hojarasca le lastima los pies, constantemente tropezaba con las raíces y en ocasiones unos ojos amarillos aparecían. 
Sintió sus manos, sus uñas (garras), acariciando su espalda. Lo abrazo y lamió su cuello. Él lo ofreció sin resistencia y ella comenzó a acariciarlo. Se abrazaron y poco a poco los besos y caricias comenzaron a surtir efecto. 

En el bosque ella lo montaba. Cabalgaba ese miembro erecto, deseoso de conocerla desde hace muchos sueños. Sus ojos variaban de amarillo a negro. Sus dientes poco a poco se veían más afilados. Las uñas se clavaban cada vez más, como garras. Él cierra los ojos disfrutando el momento y comienzan los aullidos. Uno a uno uniéndose al coro. Rodeándolos. Los siente observando. Y siente la tibia sangre de su cuerpo corriendo de los desgarros provocados por esas garras. De pronto siente una nariz fría y un aliento gruñendo en su cuello. No abre los ojos, sabe lo que viene y siente, duele, terriblemente, aunque extraño se siente más vivo al ser devorado que cuando duerme en su cama y va al trabajo. Los colmillos largos y salvajes muerden hombros, destrozan huesos y se une el alfa de la manada. La hembra alfa se lo impide. Es de ella. En su agonía sonríe porque ella es su dueña, y nadie lo toca si ella no lo permite. El macho se aleja unos pasos. Paciente espera a que la hembra se sacie. Él mira esos ojos amarillos y se hunde en ellos. El dolor tan insoportable de su sueño en un hecho, grita, agoniza, pero no huye. Huele su propia sangre y eso lo enardece. Se ríe y le dice...

Estaba esperando esto, cada noche vuelvo a tus pies, a tu dolor lacerante, soy tuyo, destroza mi cuerpo y permite que me quede siempre con ustedes... 

Ofrece su cuello y ella canta con deleite. Muerde su garganta y su aorta. Se ahoga con su propia sangre pero adora ese dolor. La muerte próxima se acerca entre ellos, una sombra oscura camina y acaricia pelajes. La hembra desgarra y muerde, sacia su sed y la sombra se acerca. Esta por tocarlo, su mano muy cerca de la cara...

Despierta...

- Amor, otra vez estabas soñando. Gritabas. Me asustas ¿Estás bien? Estás empapado en sudor.

Abre los ojos, atento, voltea a la mesa de noche, el reloj marca justo las 3:00 am.

- Sí, la pesadilla de siempre

Ella le besa la mejilla. Se gira y cae dormida, sin darle mucha importancia a la pesadilla de su marido.
Él se levanta y toma un vaso con agua en la cocina. Mira el bosque por la ventana unos ojos amarillos y brillantes lo observan. Escucha risas en el aire, ve rizos desapareciendo entre los árboles. Se oyen murmullos...

Siempre regresas, ofreciendo tu cuello. 
Siempre regresas al altar para tu sacrificio. 
Devoto amante de los lobos.




Adicción

La luna transforma el cuerpo en un lobo sangriento.
Un lobo sangriento que corre cazando cazadores furtivos.
Cazadores que salen de casa besando a su esposa en la mejilla con un te amo vació.
Esposas que se sientan en el vacío de su vida sin sopesarlo demasiado.
Vacío que se llenan con figuras de fantasía.
Fantasía que lees en letras que te llenan la mente.
Mente que transforma esas fantasías en sueños.
Sueños que se vuelven pesadillas.
Pesadillas que te miran desde la orilla del bosque con ojos amarillos.

Tu pesadilla se relame en cada mordida que da a tu carne dura.
Y tu sientes, oh vaya que sientes.
Sientes la sangre correr con adrenalina.
Los dientes clavarse profundo, desgarrando.
Duele, y como duele.
Y prefieres eso a la vida pasiva que llevas.

Adicto a ese repulsivo pero delicioso dolor y dices "nunca más".

Y regresas, siempre regresas.
Como ofrenda a la manada de lobos.
Siempre vas a regresar con soltura.
Siempre vas a mirar a los ojos llenos de frío y calor.
Siempre vas a desnudar tu cuello a los colmillos.

Y disfrutas, como disfrutas.
Va más allá, es mental.
Tu placer y tu dolor, tu adicción.

Tu adicción...





Noche

Es de noche e invariablemente siento que te pierdo.
No me olvido, pero no estás.
Es de noche e imperceptible se arrastra la soledad a mis pies.
No estoy sola, pero te vas.
Es de noche y lucho por no pensarnos cada uno por su lado.
No estamos separados, pero no juntos.

Maldita melancolía que acaricia y congela con ser amada y lejana.
Maldita armadura rota y sangrando por los costados de sentirse viva.
Maldita locura de pensar demasiado, por tener una cabeza que imagina exagerado.
Maldita soltura con la que me salen las letras sin pensarlo demasiado.
Malditas letras que salen a borbotones para expresar cuanto siento.

Es de noche pero no me olvido.



viernes, 7 de febrero de 2014

Antagónico

Escribo a raíz del silencio que me hace discurrir en pensamientos tan inaúditos como antagónicos.
Voces con personalidad propia que concurren al mismo tiempo en mi silencio.
Una suave y dulce voz que sugiere "Ámalo con paciencia y ternura".
Otra sardónica y dura que ordena "Asesínalo sin clemencia y sangrienta".
Te lanzo a pozos oscuros y malignos para dejarte agonizando en gritos de locura y sufrimiento. Te leo y te releo enclaustrado en esos cuentos oscuros.
De pronto te saco, limpio tu piel con mis manos y paños tibios. Te beso, te dejo inmaculado. Para después amarte despacio y con toda el alma. Con la dulzura de un vida, con la fuerza inaudita de la gravedad de la tierra, con la verdad absoluta de que el universo se expande.
Yo no escucho música de fondo en ninguna escena que describo, para mi la vida se hace sin orquesta sinfónica, sin violines que llorán, ni tambores que rugen. 
Cuando lees observo como tus manos transpiran y tu boca se tuerce o sonríe, dependiendo lo que mis letras ponen en tu mente e imaginas. Me paseo mirando de reojo, cruzada de brazos, esperando tus reacciones.
Y me doy cuenta del amor que me tienes, porque a pesar de sentirte en un pozo y luego en el arrojo de los besos que te regalo. Me dices "Te amo". Entonces entiendo el significado de devoción. Aunque te ganes el pozo de castigo, terminas en mis brazos lleno de mimos. Y anhelo y provoco tus caricias para placer mío. Sustraigo una sonrisa y hacemos risas con comentarios soeces. Entonces, es cuando la devoción se vuelve mutua. 

jueves, 6 de febrero de 2014

Ríos

Con los labios pegados están los amantes, sin decir una palabra, suspirando al inicio. Primero tibios al comenzar las caricias y terminan sudando cuando llegan las sonrisas.

Una mano tocando la dureza de una verga perfecta, una fresa empapada. No alcanzan ni a quitarse la ropa. Esto es un juego de manos, seamos villanos inclementes de nuestros placeres. Se desabotonan camisas, blusas y braguetas. Se siente la piel a medias.

En silencio se tocan, se exploran, se provocan.

Los besos cada vez más duros hasta hincar los dientes en los labios y mirarse a los ojos perdidos el uno en el otro. Las lenguas debaten en la cueva de la boca, se muerden, se expulsan y se buscan nuevamente. 
Los dedos trazando suaves caricias la inicio y terminando en rudos pellizcos. Las manos buscando solo los puntos claves. Una mano toca la entrepierna mojada y explora cavidades, sintiendo el río que comienza a desbordarse.

Suaves amantes la manos. Mientras las bocas son agrestes la una con la otra.

Unos dedos comienzan a frotar más fuerte esa grieta húmeda, la punta rosa que se erecta de un clitoris ansioso. Una mano envuelve el glande lleno de sangre y comienza el trabajo de arriba a abajo. Otra mano pellizca y acaricia pezones. Mientras otra sostiene el cuello del amante para que no termine ese beso.

Se muerden la boca más fuerte, siseos de dolor y placer.

Los suspiros suben decibeles en unos minutos. 

Las piernas se estremecen, ella se retuerce y el contiene el aliento.

Y todo acaba en un río, blanco y cristalino.
Es cuando llegan las sonrisas, risas y miradas.
Los besos se suavizan, y las manos acarician. 
La respiración descansa y los corazones se acompasan. 

Los amantes se han masturbado.



Pero te quiero.

Perdona si te ofenden mis letras, perdona si con ellas interrumpo tus pensamientos... ¡Mira! Todavía tengo la deferencia de la educación al iniciar algo que tal vez no te guste. Que tal vez no te agrade. Esto indica que todavía te quiero.

A pesar de los años, juntos y separados considero que no eres lo que necesito. Siempre te he querido, eso no se pone en duda de aquí a 100 años. Siempre una parte de mí será tuya, pero yo ya no me postro a los pies de nadie. Probablemente te habrás dado cuenta de ello, con el simple hecho de sonreírte diciendo "no" a tus propuestas atrevidas, desde que me desnude para ti, hasta que viaje a visitarte.

¡Que risa! En verdad piensas que sigo teniendo 25 años, como cuando nos dejamos.
Donde hacia todo por ti, para ti, hasta postergar mis anhelos. No, señor, no. Eso no es más así. Ahora te miro a lo lejos como un caso perdido, ardiendo en el calor de tu habitat. Buscando como encontrarte, descubriendo que tu vida esta destinada a ser así. Solitario, empedernido en el egoísmo de no hacerse cargo de nada. Pero te quiero. Eso es lo más bonito.

Te veo con una sonrisa lánguida, de matrimonio fallido. Nos hemos vuelto obsoletos y prescindibles. Tú me cambias por "minas sin complicaciones", yo te cambio por "cafés con créme brûlee y libros". Mientras miras los arco iris que te brinda la vista de tu departamento, deseas a alguien que aprecie la naturaleza de la manera que yo hago siempre, como niña de 4 años. Y que sonriente te dé un beso por el simple hecho de emocionarse al ver la maravilla de estar viva. Por eso me mandas las fotos de esos arco iris que la vista te regala. Porque sabes que te quiero.

Algunas ocasiones creo que te volveré a ver cuando tengas más de 80, como tu "viejo". Fuerte todavía, sufriendo a su manera por el duelo en su vida. Ojalá me encuentres lúcida, y no sufriendo de olvido. Ojalá mis ojos te reconozcan y mi corazón dé un ligero brinco. Aunque solo eres eso, el "ojalá" de charlar nuevamente cara a cara contigo. Con una sonrisa decirnos "aún te quiero".

Pero lo que más deseo es que encuentres un amor de verdad, como alguna vez fuimos nosotros y ahora solo somos la medida para encontrarlo. Solo que más evolucionado.

Yo sé que todo esto esta entendido desde antes de decirlo, pero ya sabes que tengo que decirlo, si no lo hago parece que no hubiera concluido. Además sabes que me gusta escribir ¿Cuántas cartas no te escribí cuando salías de viaje?

Yo creo que un día nos vamos a volver a ver, así debe ser.

Pero aún nos queremos.



miércoles, 5 de febrero de 2014

Ausencia

Ausencias que piden a gritos las olvides.
Ausencias que piden que las recuerdes todos los días.
Ausencias que generan pena.
Ausencias que nos pesan en el alma...

Y luego existen esas ausencias que se presentan sin pena, con desparpajo, sonriendo del lado y saludando con la desfachatez de un espíritu maligno.

Este es mi hogar, siempre será mío.

Después de que su presencia se volvió ausencia definitiva de este mundo, permaneció en esa casa, primero dolido, luego ausente, finalmente confundido. Cada rincón lo
llevaba a esa ausencia, tangible como el aire y tan dolorosa como los cortes que se infligía. Le parecía verla por momentos, como una sombra que pasaba. La soñaba en la noche acariciándolo, susurrando.

Siempre estaré a tu lado.

Cuando despertaba no sabía si era un sueño o su mente le jugaba sucio, ya que sentía cada uno de los besos que le prodigaba por la noche, aún frescos en su boca. El aire olía a ella, la risa flotando como polvo.

Había dejado de trabajar, no se concentraba y antes de poder renunciar, lo despidieron. La ventaja de una liquidación tan substanciosa era que podía pasar el día entero languideciendo por la casa. Ella observaba.

Un día de tantos, soleado y hermoso, salió al jardín solo por sentarse en las escaleras y fumar. Porque sí, empezó a fumar, ese vicio que erradicó por ella. Una mudanza descarga cosas en la casa de al lado. Nuevos vecinos que duraban solo un año. Nadie constante en el vecindario, excepto él y ella

- Hola...

Una tímida voz se acerco a él. Pensaba en que el timbre de voz era muy suave para ser ella. 

- ¿Hola?

Ahí estaba otra vez, esa vocecita que no le sonaba. Sintió una presencia a su lado y desconcertado volteó y la miró a contraluz.

- Hola, soy tu nueva vecina.

El la miraba extrañado, el sabía la facha que tenía y se preguntaba como era que se atrevía a acercarse. La vio darse la media vuelta y continuar con su mudanza. Ni una palabra, ni una sonrisa, no le dio nada. Ella observaba.

Tan solitaria como él, la vecina iba y venía. Fueron meses y meses hasta llegar al año. Pensó que se iría, pero no, se quedó en la misma casa vecina. Se volvió una costumbre observarla a diario desde las escaleras mientras tomaba un café y fumaba. Prendiendo un cigarro detrás del otro. Ella siempre lo saludaba con una sonrisa a pesar de que él solo la miraba. Ella observaba.

Una mañana amaneció sintiendo las sábanas mojadas, despertó entre bruma de recuerdos y miró la humedad que se pegaba a sus manos y estaba ya secándose, sentía la piel ligeramente endurecida. Los dedos entumecidos. Abrió los ojos aclarando la vista con los puños y vio sus manos. Ensangrentadas. Se incorporó en la cama muy rápido y sintió la espalda empapada. Se levantó de un salto, desnudo, la cama era una poza de sangre, el estaba cubierto en ella. Corrió al baño, revisando de donde podía venir tal cantidad de sangre, su cuello las piernas, los brazos. Entró y la vio. Parada junto a la tina con un cuchillo en la mano, hermosa, así la recordaba. La cortina arrancada y el piso manchado. Una mano colgaba en un rictus como si tratara de sostenerse de algo. Ella habló.

Deberías estar conmigo y no fumando en las escaleras para observarla a ella.

Ahí se quedó parado sin hablar, mirando la escena, mientras ella lo abrazaba, consolando sus lágrimas. Hasta que llegó la policía y la paz que reinaba terminó en gritos y sirenas, amenazas y fuerza. 

Lo sé su señoría, pero fue mi esposa, yo ni siquiera le hablaba a la vecina. La encontré a ella junto a la bañera donde estaba la vecina, es verdad, soy inocente.

Todos los días ella como ausencia de las más malignas se acuesta junto a él y le dice Te amo. El sonríe. También la ama.







martes, 4 de febrero de 2014

Amor

Es que usted no entiende cuan profundo ha llegado, tan profundo como un bisturí cortando. Hasta llegar al centro mismo del alma.
Usted cortó con paciencia mi cobertura dura, es por usted que sueño una vida llena de "te amos" tomándolo de la mano.
Mirando esa sonrisa que me deslumbra. Usted no sabe lo que complica la vida amarlo de esta manera.
Usted no sabe lo que es sentirse la parte oculta de su vida. La parte que nadie ve, nadie sospecha.
Usted no sabe lo que es sentirse amada en demasía y al mismo tiempo guardada en un cajón para ser admirada solo por usted.
Usted no sabe lo que provoca mirar su número telefónico, el alma me vuela hasta donde esta usted. Y en cuanto escucho su voz...
Me da un vuelco el corazón y yo tengo miedo de que un día el vuelco se vuelva dolor. Y no se como más decirle a que grado lo amo a usted.
Porque todos lo miran sonriente y piensan que entonces su vida es perfecta, pero usted y yo sabemos que es por el "nosotros" que tenemos.
Que es tan real como mentira, hasta donde nosotros lo llevemos. 
Y a pesar de toda su sapiencia, cuando lee mis letras se queda sin habla y tranquilo y en calma se postra besando mis pies.
No encuentro otra palabra que describa todo esto que sentimos aún razonando. 
La única que le sienta bien a todo esto, en la mente y en el cuerpo es la palabra AMOR.



sábado, 1 de febrero de 2014

Desierto

Olvida escenas lascivas con perfecta fotografía.
Olvida pieles vacías ansiosas de caricias frías.
Olvida mentes frágiles que se doblegan en tres frases.
Olvida lujurias que se satisfacen con caricias de diversas manos.
Olvida mujeres que se desnudan para causar admiración.
Olvida la conquista que no te place para quedarte.
Olvida lo que conoces de mi, es un grano de arena de un desierto incomprendido.
Olvida todo, rinde tu mente, abre tus ojos mientras los cierras. 
Olvida las playas hermosas y fragantes.

Tengo un desierto lleno de vida incomprendida. Vida que se adapta al más agreste escenario. Resultando ser un vida de fortaleza y dureza. Contiene una indescriptible belleza porque pocos se atreven a pisar sus arenas. Tengo el sol que lacera tu piel con dolor y las plantas que refrescan tu ardor. Tengo el agua que calma la sed que genera este mundo de dolor y control.

Rinde tu ego y postrate a los pies de las dunas que se mueven con el viento.
Rinde tus manos a las cadenas que enfrían el calor de tus deseos.
Rindete y postrate, frágil, sumiso, devoto, honesto y sincero... A mis pies.

Bésalos y adoralos, que serán parte de tu profunda y silenciosa felicidad.