miércoles, 30 de septiembre de 2015

Memorándum

Avísame cuando duela tanto que no puedas más seguir así. Que las palabras que te escribo aprieten tu garganta, piquen tus ojos y se claven en el corazón. Esas palabras que duelen de lejanía pero que no te imaginas sin ellas en tu vida. Que el anhelo por una carta duela tanto que asfixie y te deje al borde del llanto. Cuando suene el mensaje que recién llega a tu buzón empolvado, haga que dudes de abrirlo por temor a leer las palabras que nadie quiere oir en su vida, mucho menos leer. Que disipes la bruma del miedo por saber que no te escribiría algo que debes oir. Leeras nuevamente las andanzas sin chiste que te comparto solo por hacerte presente aún en mi vida. Que respiras cuando al final aún escriba que te extraño; sobre todo a tus manos que me conocen profundo. Y lograré que te rías nuevamente recordando nuestras noches de masaje con sexo incluido. O te haré el chiste de que he salido con las gemelas y les he presentado al Capitán América; que ahora él se hace cargo de ellas. Porque ¡pobres! Sufren mucho sin tí. Cuando sabrás qué la que realmente sufre soy yo sin tu presencia. Y aunque rías sabes que esto no puede serguir así. Que te duela tanto saberme igual de triste que tú porque estamos separados y nos sentimos ultrajados por las decisiones que hemos tomado. Porque somos fuertes y aceptamos la consecuencias de las elecciones de vida. Aunque sabemos  que tal vez encontraremos con quien compartir el tiempo solitario que pasamos entre viajes, vuelos y vida; sabemos bien que no podremos olvidarnos. Porque lo nuestro ha sido consensuado, pactado con lágrimas por tinta y besos por firma. Y ambos tenemos miedo de cruzar el puente que nos lleve al otro lado de una vida juntos porque creemos que nuestras vidas no compaginan lo suficiente para ser del diario.
Dime amor cuando un te extraño duela tanto, lastime, desgarre, hiera y saque lágrimas. ¡Dímelo! Para saber que es el momento de poner toda la tierra que ya hay de por medio y dejar que sanen los corazones y el cerebro; que aún se sienten unidos por unas cuantas palabras que de vez en cuando te escribo.