¿Sabes? A veces el fatalismo me gana... La oscura imaginación se apropia a mordidas de la luz...
Así comenzaba a escribirle cuando me di cuenta del cuarto oscuro y grande en el que me encontraba.
Ironía escribir de amor en un sótano falto de luz natural.
La luz artificial se columpia de las esquinas sombrías que amenazan en convertirse en esos monstruos que destruyen vidas y devoran almas.
Los recovecos oscuros se cuelgan de las chispas de luz para hacerse todavía más oscuros y mirarte de reojo amenazadoramente.
La alta sombra que se para atrás me respira en la nuca para no hacerme olvidar que mi cordura pende de un beso de ella.
Los dedos largos y grises se acercan suave a tocar la mano con la que escribo, cuando están por tocarme una vela se enciende, provocando que se retraigan.
El frío me abraza, amándome hasta hacerme doler cada hueso del cuerpo.
El hambre me hace rugir las entrañas y la sed me rompe la boca con la que quiero gritar.
El ruido de afuera no existe, imposible que ni un solo ruido se cuele a este lugar de frío y gris concreto.
Me siento día tras día en esta silla, frente a este papel y solo escribo de miedo.
Se acerca... Sus pasos... Se siente...
Va a leer esto y va despotricar porque sigo sin escribir un cuento de amor. Porque sigo sin comprender la luz que eso implica. Y entonces me dará "su amor". Entre golpes y moretones, entre mordidas y carcajadas, entre dolor y lágrimas. Y querrá que con eso entienda lo que es amor, amor a su manera.
Se detiene... Silencio... Duda...
Sigo escribiendo para que duela menos el frío. Estoy en los huesos. Estoy cada vez más débil hasta para levantar el lápiz. Solo las letras me animan. Sigo sin imaginar el amor. Desde ese golpe en la cabeza y despertar con un balde de agua fría en la cara en este sótano. Meses, días... no tengo idea cuanto llevo a su lado. Solo se que sigo "viva", esperando el final.
Si escribo de amor me dará más de comer y me hará el amor. No le creo. No creo que el amor me dé de comer. No creo que me haga el amor ¿Qué es hacer el amor? ¿Cómo?
Dice: "Inténtalo, una vez que empieces fluye solo".
Y me acaricia la mejilla, para después abofetearla.
Dice: "Eso es amor".
Pero sigo sin entender ¿El amor debe dar placer y luego duele?
Dice: "No, el amor da placer pero es como el dolor"
¿Cómo? Sigo sin entender.
Dice: "Es fuerte, de improviso golpea, entorpece, arde."
Me niego a creer que "su amor" es como el dolor.
Escucho sus carcajadas. Dice: "Escucho a tu cabeza devanarse por entender algo que solo se siente y se tiene que vivir".
Sigo pensando y tengo hambre. Las sombras me acarician y me rozan los ojos. Me hacen lagrimear, me hacen llorar sin que yo lo quiera.
Dice: "Cuando estés lista, la puerta esta abierta. Cuando estés lista, las escaleras están ahí".
No hay escaleras, no hay puertas, no hay luz natural ¿Acaso piensa que estoy ciega?
Dice: "El dolor y el hambre te ciega y no te deja ver donde estás".
El dolor y el hambre que él me ha proporcionado.
¡Maldito Sádico! le grito.
Escucho sus carcajadas y sus pasos alejándose. Este sótano es cada vez más frío y no sé como salir de aquí. De pronto escucho que golpea la puerta que no veo y me grita.
El fatalismo te esta comiendo viva...