lunes, 30 de diciembre de 2013

Tiempo

Detén esta lengua filosa que no pierde oportunidad de cortar como fuego.
Detén esta locura de inyectar veneno.
Detén las palabras que hieren y hazlas sudar dulzura.
Deténme antes de que me lance a la cordura. 

Detén el tiempo con un beso proclive a la muerte por asfixia.
Detén la vida en una noche de sexo proclive al infierno.
Detén mi mano a través de los años...
Detén mis pensamientos con un "te amo"...

Detente un minuto y piensa en mi una vez al día, aunque te provoque erecciones dolorosas que no sé como bajarlas sin estar presente.
Detente en mi, en mis pezones duros y el aroma dulce de mi cuerpo.

Detente en mi vida y sigamos juntos el camino.

Todo es cuestión de tiempo que no regresa.

Deténlo conmigo...

Desnúdate

Desnúdate... Deja que recorra cada centímetro de tu piel con mi mirada.
Desnúdate... Deja que bese cada centímetro de placer que tienes en la entrepierna.

Desnuda ese cuerpo cansado de besos tibios y permite que mi calor lo haga fuego. 
Desnuda tu piel de recuerdos para que mis manos la llenen de tatuajes. 
Desnuda tus besos de otros bocas que voy a dejar mi firma en ellos. 
Desnuda tus manos de esa caricias flojas que solo aprendieron a dar placer tierno.
Desnuda tus oídos de gemidos proclives a la mojigatería y te enseño como gime una fiera.
Desnuda tu mente de recuerdos pornográficos que te voy a llenar de imaginación.
Desnuda tu alma brillante de matrimonios obsoletos, que la mía quiere abrazarte.

Desnúdate que estoy por habitarte.

Quédate

Quédate para ver como me rompo en pedazos cuando discutas tu posible ausencia.
Quédate para ver la fuerza que tengo para retener cada uno de los pedazos de mi alma juntos alrededor de tu corazón.
Quédate para saber como podría verme vieja.
Quédate para saber que voy perdiendo cada año un poco más de mi cordura.
Quédate hasta que duela verme perder la razón de cada una de mis neuronas.
Quédate para ver como me olvido poco a poco de quien eres en mi vida. 

Porque estoy segura que el infierno que me espera va a ser olvidar cada uno de los recuerdos fabulosos de mi vida y sumergirme en el rencor que nunca resuelves en tu vida.


Quédate...

Me quedo

"Amor de mi alma"... Así le dije a manera de hacerle saber que tanto puedo amarlo. 

Esas frases que se dicen sintiéndola y te da miedo dejar de sentirlo porque si me rompo "Esta vez no tengo compostura". Pienso en frío y evito que las lágrimas me invadan, conociendo que solo hacen crecer los miedos de enfrentarme a la ilusión del momento.

Nosotros se mide en letras escritas, en verdades dichas mirándose a los ojos. Corro las escaleras hacia la puerta, para ver la luz del día y no permitir que el sótano me atrape. Pero me quedo al borde de las escaleras, solo por si acaso la luz se vuelve fuego. 

Te amo y te escucho.
Me lees y me amas.

Aunque muchas veces escribo balas que no te atinan, porque tienes la sabiduría de esquivarlas. Pero dime ¿Que harías si fuera simple, llana y todo fuera rosa? Tal vez sería una perfecta esposa. 

Me lees y me conoces cada vez más. Aunque no me dejes contarte todas las historias de amor de mi vida. Soy tan masoquista que me encantaría conocer los detalles de cada una de la tuya, por el simple hecho de que nada me puede hacer doler tanto que imaginar que un buen día, me dices "No puedo". Donde el "no puedo" es sabido que es un "no quiero" disfrazado de cordura.

Así que acá estoy esperando que no llegue el "no puedo", que muchos me han dicho entre besos y caricias. Esperando que llegues con el "me quedo", que pocos han dicho entre lágrimas y risas, pero que nadie ha mantenido hasta el final de sus días.



Bésame, Déjame, Regresa

"Bésame", me dijo.

Yo lo besé con dulzura, amor y soltura.
Yo lo besé con dolor, ardor y amargura.
Mordí su boca hasta sangrarle los labios y escaldarle la lengua, hasta que mi sabor nunca se fuera de sus papilas gustativas, hasta que me reconociera en la boca de otra que besaría solo para que no me olvidara. Lo besé con la fuerza de mi alma infinita. Lo besé hasta hartarlo de mi boca. 

"Déjame", me dijo.

Yo lo dejé como se dejan los trastes sucios. 
Yo lo dejé con dolor, ardor y amargura.
Lo dejé atrás con sus rencores y sus dudas. Lo dejé con esa vida llena de tatuajes que grabaron su odio. Lo dejé recordándolo todos los días. Como se recuerda la risa, el sol y el amor. Lo dejé tanto que me recuerda todos los días.

"Regresa", me dijo.

Y yo regresé a los pies de su cama, con la mano en la cintura, mirando como se desangra con los pasajes bíblicos de su vida. Regresé a verlo sin haber cambiado sus ataduras. Regresé a ver las anclas de sus sentimientos, donde el amor lo defraudó nuevamente y la vida lo hizo llenarse de más rencores. Regresé para descubrirlo.

Besarte y Dejarte fue la mejor parte de mi vida. 
Regresar fue trastornador.

Ahora... 

Bésame, Déjame y no regreses.


El fatalismo

¿Sabes? A veces el fatalismo me gana... La oscura imaginación se apropia a mordidas de la luz...

Así comenzaba a escribirle cuando me di cuenta del cuarto oscuro y grande en el que me encontraba. 

Ironía escribir de amor en un sótano falto de luz natural. 

La luz artificial se columpia de las esquinas sombrías que amenazan en convertirse en esos monstruos que destruyen vidas y devoran almas.

Los recovecos oscuros se cuelgan de las chispas de luz para hacerse todavía más oscuros y mirarte de reojo amenazadoramente.

La alta sombra que se para atrás me respira en la nuca para no hacerme olvidar que mi cordura pende de un beso de ella.

Los dedos largos y grises se acercan suave a tocar la mano con la que escribo, cuando están por tocarme una vela se enciende, provocando que se retraigan.

El frío me abraza, amándome hasta hacerme doler cada hueso del cuerpo.

El hambre me hace rugir las entrañas y la sed me rompe la boca con la que quiero gritar.

El ruido de afuera no existe, imposible que ni un solo ruido se cuele a este lugar de frío y gris concreto.

Me siento día tras día en esta silla, frente a este papel y solo escribo de miedo. 

Se acerca... Sus pasos... Se siente... 

Va a leer esto y va despotricar porque sigo sin escribir un cuento de amor. Porque sigo sin comprender la luz que eso implica. Y entonces me dará "su amor". Entre golpes y moretones, entre mordidas y carcajadas, entre dolor y lágrimas. Y querrá que con eso entienda lo que es amor, amor a su manera. 

Se detiene... Silencio... Duda...

Sigo escribiendo para que duela menos el frío. Estoy en los huesos. Estoy cada vez más débil hasta para levantar el lápiz. Solo las letras me animan. Sigo sin imaginar el amor. Desde ese golpe en la cabeza y despertar con un balde de agua fría en la cara en este sótano. Meses, días... no tengo idea cuanto llevo a su lado. Solo se que sigo "viva", esperando el final. 

Si escribo de amor me dará más de comer y me hará el amor. No le creo. No creo que el amor me dé de comer. No creo que me haga el amor ¿Qué es hacer el amor? ¿Cómo? 
Dice:  "Inténtalo, una vez que empieces fluye solo". 
Y me acaricia la mejilla, para después abofetearla. 
Dice: "Eso es amor". 
Pero sigo sin entender ¿El amor debe dar placer y luego duele? 
Dice: "No, el amor da placer pero es como el dolor" 
¿Cómo? Sigo sin entender. 
Dice: "Es fuerte, de improviso golpea, entorpece, arde." 

Me niego a creer que "su amor" es como el dolor.

Escucho sus carcajadas. Dice: "Escucho a tu cabeza devanarse por entender algo que solo se siente y se tiene que vivir". 

Sigo pensando y tengo hambre. Las sombras me acarician y me rozan los ojos. Me hacen lagrimear, me hacen llorar sin que yo lo quiera. 

Dice: "Cuando estés lista, la puerta esta abierta. Cuando estés lista, las escaleras están ahí". 

No hay escaleras, no hay puertas, no hay luz natural ¿Acaso piensa que estoy ciega?

Dice: "El dolor y el hambre te ciega y no te deja ver donde estás".

El dolor y el hambre que él me ha proporcionado. 
¡Maldito Sádico! le grito.

Escucho sus carcajadas y sus pasos alejándose. Este sótano es cada vez más frío y no sé como salir de aquí. De pronto escucho que golpea la puerta que no veo y me grita.

El fatalismo te esta comiendo viva...





domingo, 29 de diciembre de 2013

Y si...

Encerrada en la fantasía de mi imaginación plasmo un "nosotros" inexistente, alternativo. Sopesando las consecuencias de haber caído en el mismo momento juntos. Diluyo detalles y me voy por momentos perfectos que marcaron la existencia de un "nosotros". Borro los problemas y añado texturas. Elimino personas y añado otras. Un te amo no basta y me quedan mejor las escenas demostrando ese amor. Sacrifico personajes importantes de mi vida con tal de mantener el hilo de la historia. Extrañamente me anima la galopante imaginación subversiva, sonrío y voy por el día como si existieras a dos minutos de mi mano. De pronto sin más mi mente se cierra y mira hacia la realidad y me dice callada desde el espejo que no existimos. Me dice que solo soy un simple espejo roto. Me explica con paciencia "No vuelvas, que solo haces que se quiebre más la frágil cordura".  

Y recuerdo de todas las cosas que he huído. 
Huí de la partida del Viejo.
Huí de una propuesta de matrimonio.
Huí de un gusto por la medicina.
Huí de la dulzura.
Huí de mi misma en algún momento.
Huyo, porque se me hacía más fácil que enfrentar la gran tortura de lo que se cree generaría dolor. 
Y actualmente me dirían: "Huye, que lo último que necesita tu alma es otra vez una decepción". Pero me queda una suave voz que me dice en susurros:

¿Y si esta ocasión no huímos? 



viernes, 27 de diciembre de 2013

Incendio

Sus encuentros cada vez eran más frecuentes. Asesino y pirómana en una cama. Disfrutándose. Ella sabía bien quien era y cada vez que lo escuchaba dormir recordaba que él había devorado el corazón de su amado. 

- ¿Porqué te acuestas con él?
- Me gusta y así lo tengo cerca
- ¿No me extrañas?
- No me hagas eso, sabes que muero cada día que no estoy a tu lado
- ¿Cuándo termina todo esto?
- No lo sé...
- ¿O no quieres que termine?

Su mente lo veía perfecto hablándole mientras la abrazaba y besaba. Sabía que su cordura esta comprometida. Sabía que verlo era real y no. Sus caricias y sus besos eran tan reales, su voz, su mirada y sus cuestionamientos. Sabía que pronto debía terminar y él, su asesino, debía morir... ¿O no debía morir?

En la habitación, él la escuchaba hablar en el baño, sola, sabía lo trastocada que estaba desde que la dejó con vida y la incito a buscarlo. Extrañamente le causaba ternura. Quería llenarla de besos y caricias, quería tenerla siempre a su lado. Esos encuentros hicieron poco a poco que él se enamorara de ella. Increíble que el asesino sintiera algo.

- Por fin - Suspiró.

Su mente era clara, fría, metódica y estando a su lado era todavía más refinado su método. El último corazón que había devorado era el de Él, el amado de su bella pirómana. 

- Esas cicatrices - dijo entre dientes.

Ella podía quitar esas cicatrices de su espalda pero no lo hacía y no tenía reparo en mostrarlas. Eran el perfecto recordatoria de lo rota que quedó. De como la rompió. El asesino sabía que él era la cuerda floja de su cordura. Cada encuentro hacía que dudara de morir. Él anhelaba morir en un inicio, pero ahora al haberla descubierto no sabía si era lo más sensato, o mejor dicho no sabía si era amor lo que sentía.

Cuando ella salió del baño, él fingió dormir. Se acercó suave a verlo y observarlo por un rato. La miró sentarse desnuda frente al ventanal, miraba la ciudad, sus luces y jugaba con su encendedor. 

Miraba la ciudad, disfrutando el silencio de la habitación y la respiración suave de su asesino. El sonido de su encendedor apaciguaba la presencia de su difunto amado. Estaba decidida, la siguiente noche sería el fin de todo esto. Terminarlo con el año. Terminar su dolor y esa locura que avanzaba con pasos agigantados.

Días después volvió a ver su firma en el aire, los encuentros eran cada vez más frecuentes. Humo, negro, oscuro. La estación de bomberos incendiada ¿Para que? Él se preguntaba eso cuando cayó en cuenta de que era el anuncio del fin. Como sello apocalíptico. Pronto la vería, pronto sería su fin, pronto tendría la muerte que deseaba. 

Noche Vieja y la encontró en el camino, en realidad ella lo encontró. Se tomaron de la mano como muchas otras ocasiones. Caminaron sin decir nada, observando los coches, la gente lista para despedir el año y darle la bienvenida entre alcohol y besos impertinentes, al nuevo. Sin creerlo, lo llevó hasta la casa donde ella vivía con su amado, cuando recién la descubrió. La había reconstruido. Exacta hasta los adornos. Le sirvió vino, ambos eran fríos y hoy más. Hablaron de todo. Bebieron de la misma botella y solo él comenzó a sentirse adormilado. 

Despertó en el jardín de la casa, con el calor del fuego. Tardó en reaccionar y miró hacia la ventana de arriba y ahí estaba ella, hermosa, rodeada de fuego y pensó que iba a correr en cualquier momento. Pero ella solo lo miraba, abrazando la urna de él. Le regaló una última sonrisa. Trató de llamar a los bomberos y la respuesta fue que ya habían mandado alguien de la estación de bomberos más cercana. La más cercana había sido incendiada... La más "cercana" estaba a 20 km.

Silencio y el crepitar del fuego devorando todo. Corría, le dolían los pulmones, las lágrimas corrían frías por su cara.

¿Habría salido?
¿Estaría corriendo hacia otro lado?
¿Debía regresar a buscarla?
¿Se suicidó?

Tantas preguntas y su frialdad de asesino se había resquebrajado. Aquel que devoraba corazones frescos. Aquel que creo un monstruo. Aquel que sostenía un cuchillo sin temblar. Temblaba y lloraba como adolescente enamorado. No tenía respuesta para sus preguntas.



Un beso y una mirada

Increíble que hace muchos años vivíamos a escasos 5 minutos uno del otro y por extrañas razones no coincidimos en ningún lugar y cuando lo hicimos, fuimos solo una mirada que cuando comenzaba a resonar en la mente alguien distraía nuestros pensamientos hacia otro objetivo. Coincidimos por años en lugares como la Condesa y probablemente mientras yo daba la vuelta en una esquina tu te subías al coche.

Al final coincidimos en un beso y una mirada. Esa actitud de galán de cine y esos besos lanzados al infinito para quien quisiera hacerse de ellos y yo solo decidí corresponderte con uno. Después decidí mostrarte mis ojos... Creo fue suficiente para llamar tu atención.

Es tan fácil dejarme cuando comienzo a portarme fría. Es tan fácil irse cuando alguien dice "hasta aquí". Pero no dijiste "hasta aquí". Solo tuviste la paciencia de acercarte, de hablar, de cuestionar y de tocar esos hilos que me sostienen. Y yo miraba fría tu tesón. Vi tu calor caminar suave hacia mis pies. Tu mano acercándose a tocarme la sonrisa. Tu voz portando los besos y abrazos que me hacen falta. Y si lloro, porque soy tan fuerte que me rompo fácil cuando alguien me toca. Y tu me tocas, extrañamente profundo. Y no logro que te alejes, solo logro que te acerques más. No me da miedo la cercanía, me da miedo que se rompa y que las ilusiones se congelen en una telaraña de sueños.

Y lucho, como lucho.
Y soy dulce, muy dulce.
Y soy amarga, como la realidad.
Y soy soñadora, como tú.
Y soy imperfecta, pero para ti soy perfecta.
Y soy aterradora, sin dar miedo.
Y soy fría... pero me derrito entre tus brazos.

"Ese es tu lugar" dijiste. Tus brazos. 

El 2013 se acaba y viene la promesa de enero y un nuevo año y nuevos caminos. Caminos que se pueden tornar tan agrestes que cualquiera se da la media vuelta o se queda varado en el primer refugio que encuentra. El final del camino se llama "muerte" y es solo llegar a un puente.

¿Caminamos juntos hasta el puente?


2013

"Nunca hablar de mi", esa regla ciega e implícita en tanto de lo que escribo. Y sin embargo, algunos me logran leer entre líneas. Ahí estoy, agazapada, adolorida, sufriendo y llorando. Plasmo ilusiones, amor tan grande que solo yo puedo entregar y amistad tan profunda que se vuelve amor puro. 

2013 ¿Quién no luchó batallas grandes este año? ¿Quién no salió victorioso a su modo de cada una de ellas?

Mi batalla más grande es siempre contra mi misma y seguirá siempre siendo esa. Cada batalla es mejorar. Cada batalla es dejar atrás esas emociones duras que se llevan las mejores sonrisas. Así que este año ha sido batallas y guerras en contra mía. 

Seguiré escribiendo cuentos, seguiré leyendo todo lo que caiga ante mis ojos y seguiré dejándome acariciar por letras ajenas y propias.







Cocktail Infierno (Barman: TDV)

Permítanme compartir con ustedes lectores, la preparación del mundialmente conocido 'Cocktail Infierno'...

INGREDIENTES:

1 parte de desengaño amoroso,
2 partes de heridas sin cicatrizar,
1 pizca de conductas auto destructivas,
Todo tipo de drogas.

PREPARACIÓN:

En una coctelera bien oxidada y abollada por el paso de los años, mezclar primero la parte de desengaño con las dos partes de heridas sin cicatrizar. Agitar vigorosamente. Acto seguido añadir la pizca de conducta autodestructiva y volver a agitar.

Una vez servido, espolvorear con todo tipo de drogas al gusto.

Que lo disfruten.

2012 El Viejo.

... al que le faltan diez días para irse y que es el año en que los milenarios Mayas presagiaron que el mundo terminaría, ha sido muy especial para ambos...

Para ti, porque rompiste un proyecto de vida al que poco a poco le fuiste poniendo mucho paciencia, cada vez mas tolerancia, mucha voluntad y también - porque no - muchísima comprensión. Sin embargo, las caprichosas circunstancias de este acto, se dieron distintas a lo imaginado y todo cambio. La historia concluyo tan abruptamente como empezó. Puede haber otra con los mismos protagonistas. Pero sera eso . otra...

Hoy eres otra persona. Cada vez mas enriquecida por la vida. Cada vez mas curtida y menos crédula. Sin embargo, como buena geminiana, aseguro que estas llena de ilusiones, de anhelos y de esperanzas. Obviamente tu motivación sigue intacta, aunque a veces dudes de ello....

No esta demás decirte, o mejor dicho repetirte, que a lo largo de los años que nos conocemos, has ido creciendo en lo que por ti siento. Hoy ya no se lo que eres, pero si se lo que vales. Vales lo que pesa el amor, el cariño, el aprecio, la necesidad que tengo de ti. Eres tan grande como tu tierra y tu cielo. Eres simplemente maravillosa, inteligente, adorable... y esas ahí, para saber que estas ahí. Y eso es oasis para mi. Imaginar tu risa me da aliento cuando preciso respirar. Te quiero como no quiero a nadie. Uno tiene parámetros imaginarios que aprendemos a entender para querer a las personas de acuerdo al "rango" :  madre, padre, hermanos, hijos....Tu Chenifer has conseguido podio propio, lugar distinto en este corazón viejo pero lleno de amor por la vida

Para mi, este año es emblemático. Porque estoy de vuelta sin destino. Incongruencia no ? Estoy de nuevo dentro del lejano ámbito primario de convivencia, recordando permanentemente mis hábitos cercanos de supervivencia de libertad e incertidumbre. Patético quizás.

Por eso no dejo de reconocer que 2012 es diferente. Es, como que los acontecimientos se dieron para que tuviera respuesta concreta a la pregunta hipotética ( hasta julio ): ... ¿y que pasaría si alguna vez regresaras? Hasta esa posibilidad me dio la vida. Esta de ayer y hoy, que la Virgen me regala todos los días bien levantado.

Por un 2013 excelente.... que va a ser nuestro año : AMOR DE MI VIDA !!!!

Un beso, un abrazo, un mirarte a los ojos, una caricia, un tocar tus lágrimas, un apretar tus manos... 

Tu viejo